APRENDIZAJE COLABORATIVO Y SU RELACIÓN CON LOS ORDENADORES COMO HERRAMIENTA

APRENDIZAJE COLABORATIVO Y SU RELACIÓN CON LOS ORDENADORES COMO HERRAMIENTA

Cuando revisamos el inicio de esta corriente del aprendizaje colaborativo ligado a la tecnología, vemos que numerosos investigadores tenían diversos temores, principalmente el de que los resultados a obtener serian alumnos que difícilmente podrían interrelacionarse entre sí debido al supuesto “aislamiento” que los participantes tendrían entre sí; dicho temor en la actualidad esta desechado puesto que a medida que ha crecido al red también se han modificado las interacciones desarrolladas a través de herramientas que disminuyen la brecha de estudiante – estudiante y de estudiante - docente; cabe recalcar que en las clases los ordenadores se utilizan para apoyar el trabajo colaborativo entre alumno y no con la intención de remplazar ningún tipo de interacción dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje. Una dificultad que se tiene al implementar este tipo de enseñanza es el escaso presupuesto de la universidad al tratar de implementar aulas virtuales en diferentes centros lo que concentra la actividad en ciertos cursos de especialización y que tienen que ver directamente en el uso de tecnología, dejando de lado a cursos que tiene poco que ver con ello y aumentando la brecha entre las TICs vs los alumnos, claro esta que la salida natural para este inconveniente es el uso de los ordenadores por cada alumno para que de esta forma exista una interacción total y explotar de forma intensiva la tecnología a nuestra disposición..

Por supuesto que todas las observaciones realizadas con respecto al efecto de los ordenadores como material de clase no todas son optimistas como se esperaría, debe también evaluarse de manera seria los frutos de esta enseñanza hibrida entre lo presencial y virtual denominado Blended – Learning; uno de esos factores es la dificultad del acceso por parte de los alumnos y las dificultades técnicas que se presentan en las aulas virtuales diseñadas para estos trabajos, pero a pesar de todas estas dificultades el optimismo al aplicar las tecnologías es superior a todos sus detractores puesto que el trabajo que se realiza en el aula por parte de los alumnos puede ser (en la mayoría de los casos) muy productiva, interesante, el quehacer puede volverse motivador e inclusive inspirador y creativo lo que hace que el alumno considere el conocimiento que esta creando como significativo y lo asimile a través de la memoria de largo plazo y más importante aún cuando trabajamos con puntos clave dentro de nuestra formación en la carrera que nos ha tocado enseñar.