Por: Julio Lezama Vásquez
Indicar la idea concreta de la sesión, es necesario que exista correlación entre las herramientas y estrategias conjuntamente con el objetivo operacional.
Constituye la motivación una estrategia aular dirigida por el docente cuyo propósito despierta el interés, fija la hoja de ruta y determina el objetivo de la sesión. Propone estrategias, herramientas e involucra al estudiante a ser el centro del desarrollo del tema.
Se obtiene un producto: estudiante orientado el objetivo y en el objeto de estudio.
El sílabo y el plan de aprendizaje contienen las competencias y los objetivos a lograr, en la división de las tareas el docente se encarga de “explicar”.. Deposita en su discurso el saber necesario para ser buen alumno.
El docente y el alumno en el “intento” de acceder al objeto transforman idealmente el discurso del profesor en el objeto de atención y motivo de la actividad: para entender necesito esforzarme y poner voluntad. Debe incluir como aseveración el estudiante.
Es necesario tomar apuntes y escuchar atentamente.
El docente tiene que tener paciencia y explicar claramente, tantas veces como sea necesario.
La actividad, es una propuesta para alcanzar competencias a través del análisis, síntesis, valuación y reflexión.
Oportunidad de presentar enlaces, sitios web, textos y otros objetos de recopilación de información.
El estudiante obtiene información y la selecciona, acción de depurar conocimientos no transcendentales para el objetivo operacional. La asimila mediante lecturas, comprensión de lectura y la evalúa en paralelo. Posteriormente determina el uso de la información seleccionada.
Se le plantean desarrollo de actividades operativas como estrategia de cognición y constructo de conceptos, los aplica y determina su competencia tanto de la información como de su uso.
En cualquier actividad humana, el sujeto actúa sobre el objeto impulsado por sus motivos, por las necesidades, internas y externas, que surgen en él para alcanzar su objetivo: la representación que ha imaginado del producto a lograr.
Encontrando en la Interacción una estrategia de socialización para la construcción colaborativa entre los actores.
El profesor no puede enseñar “conceptos”, sólo puede ser un mediador, porque el concepto es resultado de sucesivas internalizaciones y externalizaciones del alumno.
En realidad es el discurso del profesor el que mediará en el proceso de aprendizaje.
El docente juega el rol más importante de la sesión. Modera el ritmo, lo dosifica y lo vuelve interesante. Nace el autoaprendizaje colaborativo. Se construyen conceptos, se materializan las ideas.
El estudiante se siente útil, se satisface con lo asimilado y se siente realizado en la sesión. A pesar que no lo define pero ya hubo autoaprendizaje. El docente monitorea y establece nuevas herramientas que permitan utilizar el nuevo conocimiento de la sesión en las sub siguientes.
EL marco teórico que facilite la acción reflexiva en el estudiante se le denomina información a partir de allí los constructos se vuelven teorías se procede a la conceptualización cualitativa de la capacidad en el estudiante de generar sus propio conocimiento (el término propio no es sinónimo de único, sino de autonomía).
Resultados producto del aprendizaje:
Como producto del autoaprendizaje. El aprendizaje comienza con operaciones y acciones que se interiorizan (en una doble formación) y van dando lugar a nuevas acciones.
La actividad de aprendizaje tiene una estructura sistémica.
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